Muñeco vudú amoroso de fieltro
Hace unos años empezó el boom de la artesanía, del crafteo y las manualidades. Costura, punto, fimo, bisutería, hama, etc. Todo el mundo trabaja o hace sus pinitos con algún material, y resulta que la gente es súper creativa y súper manitas.Te puedes encontrar cosas impresionantes, verdaderas obras de arte, que no dejan de sorprender por su originalidad y el trabajo dedicado. Y esto ocurre en pleno siglo XXI, era de consumismo exacerbado, de una tecnología digna de la ciencia ficción y de materiales nuevos mas resistentes y manejables que no existían hace 100 años. Desde luego no se puede negar que es todo un contraste. Al lado de los móviles, las tablets, las impresoras 3D o los relojes inteligentes tenemos de vuelta las agujas de lana o las máquinas de coser, Aquellos instrumentos de antaño, aquellas técnicas de nuestras abuelas son ahora la moda.
Y por supuesto admito que soy una de aquellas personas que cayo en dicha moda. Pero cuando empecé con esto del crafteo lo que sobre todo me llamo muchísimo la atención fue la cantidad de gente que se dedicaba a hacer artesanía, y sobre todo lo bien que lo hacían, el don que tienen los artesanos de hoy en día es magnífico. Me encanta ver que al lado de las grandes manufacturas de las fábricas podamos encontrar objetos únicos e irrepetibles que sólo concede lo hecho a mano. No sé si es por culpa de la crisis, por la necesidad de hacer nuestros propios complementos para no gastar, o para venderlos y sacarnos un extra. Pero si sé que es un gozada ir a un mercadillo de artesanos y poder comprar algo original que no tendrán miles de personas.
Y por eso hoy presento a mi tierno muñeco vudú amoroso, porqué lo tétrico no está reñido con lo cariñoso.
Y por supuesto admito que soy una de aquellas personas que cayo en dicha moda. Pero cuando empecé con esto del crafteo lo que sobre todo me llamo muchísimo la atención fue la cantidad de gente que se dedicaba a hacer artesanía, y sobre todo lo bien que lo hacían, el don que tienen los artesanos de hoy en día es magnífico. Me encanta ver que al lado de las grandes manufacturas de las fábricas podamos encontrar objetos únicos e irrepetibles que sólo concede lo hecho a mano. No sé si es por culpa de la crisis, por la necesidad de hacer nuestros propios complementos para no gastar, o para venderlos y sacarnos un extra. Pero si sé que es un gozada ir a un mercadillo de artesanos y poder comprar algo original que no tendrán miles de personas.
Y por eso hoy presento a mi tierno muñeco vudú amoroso, porqué lo tétrico no está reñido con lo cariñoso.
¿No queréis darle un abrazo?
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